El Otoño ya ha entrado de lleno en nuestras vidas. Está bien, que ya le tocaba. Lo que ya no me gusta tanto es eso de que salga el sol, se despeje el cielo de nubes, decidas llevar toda contenta a tu peque a la guarde sin paraguas (porque con ese sol para qué) y que cuando has dado unos pasos, el cielo se cubra de nuevo y caiga un chaparrón de agárrate y no te menees.
Al final, la menda empapada corriendo con la niña en brazos como si no hubiera mañana. El corazón a 300, el pulmón haciendo sonar las alarmas del colapso inmediato, las piernas entumecidas, los brazos contracturados… Un viaje de cinco-diez minutos (en condiciones normales), que ayer se convirtió en una odisea para todos los músculos y órganos de mi maltrecho cuerpo.
Así que para desquitarme me cociné este bizcocho salado. Porque yo lo valgo (aunque mi forma física sea deplorable) y porque me lo merezco. Un cake salé que tiene como ingrediente principal «la esencia de la vida», que es como llaman a la seta shiitake los japoneses. Porque mejora el sistema inmunológico, lucha contra los virus y porque te permite mantener los niveles de tensión arterial y de colesterol en valores saludables. Una joya, vamos, porque además está buenísima.

INGREDIENTES
200 g de harina integral
1 sobre de levadura química
150 g de setas shiitake
100 g de jamón curado en taquitos
1 diente de ajo
perejil
4 huevos medianos
100 ml de leche evaporada
50 g de aceite de oliva virgen extra (AOVE)

Lo primero de todo es saltear las setas. Para ello lavarlas con agua, sin frotarlas demasiado (al ser cultivadas no están especialmente sucias). Cortarlas en juliana y reservar. Picar el ajo finito y dorarlo en un chorro de aceite de oliva. Cuando ya tenga ese tono estupendo y la cocina se haya inundado de su olor (a mí particularmente me encanta), echad el jamón y revolver bien. Dejar que se cocine unos cinco minutos y añadir las setas. Saltearlas hasta que estén hechas. Las shiitake son más carnosas y pierden menos agua que otras setas, así que en cuanto veáis que han menguado y que están blanditas, retirad del fuego y dejad que se enfríen.
Tamizar la harina junto con la levadura y reservad.
Precalentar el horno a 180º con calor envolvente.
Batid los huevos con energía y añadir la leche evaporada y el aceite, mezclando todo bien.
Añadid las setas salteadas con jamón y perejil al gusto. Removed bien.
Por último, incorporar la harina y levadura tamizadas y mezclad bien.

Volcar en un molde engrasado con AOVE previamente y hornear durante 30-45 minutos. Dependerá del horno. En el mío estaba listo a los 35 minutos. Comprobad que está hecho introduciendo un palillo o similar en el centro del bizcocho. Si sale seco, ya está listo para retirar.
Dejar enfriar sobre un rejilla y desmoldarlo cuando el molde esté caliente pero no queme.
Degustar, disfrutar y saborear a discreción.
Bon profit, bo proveito, que aproveche!
Tiene muy buena pinta, una pregunta se podrá hacer con setas de otra clase no?
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Sí, claro! Pero te recomiendo probar con estas. Están súper sabrosas.
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Gracias, ya te contare, intentare localizarlas
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