Esta semana toca otra vez un bizcocho salado. Como últimamente voy a salto de mata a todas partes (ya veis a qué altura escribo el post) no tenía muy claro con qué ingredientes trabajar. El fresquete y el tan arraigado amor de los franceses por el cake salé me han decidido al final. Os presento uno de los clásicos por excelencia en la France: el cake salé au chorizo.
Y es que estos franceses saben muy bien cómo hacerse con un ingrediente tan ibérico. Con una consistencia distinta (que recuerda mucho a un pan de chorizo), este bizcocho está buenísimo. No me extraña que tenga tanto éxito. Es verdad que es contundente si hablamos de calorías, pero… a ver… de vez en cuando también hay que darse homenajes: que hace frío; los días son más grises y más cortos; que los embutidos son buena gente aunque suban el colesterol; que es una experiencia más en la vida que contar a nuestros nietos; que las cartucheras también tienen que ser alimentadas; que hay unos sitios que se llaman gimnasio que podemos visitar después… etc,etc, etc.
Vamos que si lo hacen los franceses, lo tenemos que hacer nosotros. ¡Que nuestros chorizos son los mejores, oigan! (Me refiero siempre a los alimentos, por supuesto. De lo otro mejor no hablo, que se estropean los bizcochos). Este cake salé, además, lleva aceitunas y, como todo el mundo sabe, las de España son increíbles, contrastado. ¿Os he dicho que soy muy fan de las aceitunas? ¿No? Que raro… Pues lo soy, me encantan, son… son… fantásticas… verdes, negras, rellenas, con hueso… En fin, voy al tajo que si no hoy no acabo.

INGREDIENTES
200 g de harina integral de trigo
1 sobre de levadura química
150 g de chorizo casero (en mi caso de Lalín, que son ma-ra-vi-llo-sos)
75 g de aceitunas verdes deshuesadas
3 huevos hermosotes
100 ml de leche de avena (o leche evaporada, si preferís, o de soja…)
70 g de aceite de oliva virgen extra
Lo primero de todo, como siempre, es tamizar la harina con la levadura y reservar.

Cortar los chorizos o el chorizo (dependerá de su tamaño, claro) y las aceitunas en rodajas. Para que el embutido quede más repartido, trocear cada rodaja en cuatro partes y reservar todo.
Para ir adelantando trabajo precalentar el horno a 180º con calor envolvente.
Batid los huevos con energía y añadir la leche de avena y el aceite (por ese orden) y mezclar todo muy bien.
Agregad después los taquitos de chorizo y rodajas de aceitunas y remover hasta que todo quede bien repartido.
Incorporar la harina y levaduras tamizadas en esta masa y mezclad suavemente todo hasta que no veáis ningún grumo.

Volcad esta mezcla en un molde tipo plumcake o alargado, previamente engrasado con aceite de oliva y hornear durante 35-40 minutos. Una vez pasado este tiempo, introducid un palillo o similar en el centro del bizcocho. Si sale limpio ya está listo, si no, a hornear un ratico más.
Para desmoldar esperar a que el molde no queme y dejad que el bizcocho se enfríe sobre una rejilla. Comer a discreción, disfrutar sin complejos.
Bo proveito, bon profit, que aproveche!